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Artes marciales

José María Martín - Segovia | 02/12/2009

Muchas y variadas son las formas de llegar a la práctica habitual del deporte. Tantas, cuando menos, como disciplinas deportivas se pueden elegir. Y dentro de esa amplia gama no son las artes marciales las que menos practicantes tienen, pues en su conjunto son las que más deportistas agrupan en España. Sin embargo, la historia no ha tratado con el mismo mimo a estas actividades que lo hizo con otras. Tiempo hubo que se las tenía como si su práctica fuera auténtica violencia física. De la misma forma que se entendía una pelea callejera. Sin embargo, el paso del tiempo y de la historia fue poniendo en un lugar de privilegio su práctica.

Su coherencia en el trabajo y los métodos efectivos de su enseñanza, llevaron a practicar las artes marciales en sus diferentes denominaciones (taekwondo, kárate, kung fu, judo, jiu jitsu, kick boxing, tai jitsu...), a millones de deportistas en todo el mundo, con tres ideas fundamentales en en la enseñanza de sus métodos, deporte, salud y protección personal. Más, y junto a ellas, también encuentra el que acude a los gimnasios para pisar el tatami, la autodisciplina mental, el fortalecer su carácter y la propia auto confianza. En Segovia, aquí mismo, hizo un trabajo extraordinario dentro del Judo, Eduardo Pérez Morante. Comenzó en la década de los setenta y sus enseñanzas han forjado a cientos de deportistas segovianos. Aquellos que comenzaron de niños forjaron de forma efectiva su carácter a través de los constantes cursos. Ya en la década de los ochenta llegaron desde Madrid, para quedarse entre nosotros, tres jóvenes judokas, Oscar Blanco, Ángel Herrerín y Mario Muniesa. Llevan muy cerca de treinta años enseñando diferentes y diversificadas disciplinas.

De sus gimnasios, de todos los citados, salieron campeones autonómicos y nacionales. Ellos mismos, los profesores, formaron parte de la selección española en diferentes acontecimientos deportivos supranacionales y fueron responsables de selecciones autonómicas. De sus enseñanzas salieron alumnos aventajados que hoy también dirigen gimnasios en capital y provincia. Un trabajo extraordinario, y acertada fue la decisión de quienes se lanzaron a practicar cualquiera de las múltiples disciplinas que ofrecen las artes marciales.