viernes, 16 de octubre de 2009

«Luchamos para que aparezca una Isabel Fernández mañana». Javier Alonso


«Luchamos para que aparezca una Isabel Fernández mañana»

Javier Alonso ha trabajado -y aún lo hace- a la sombra de judocas como Isabel Fernández, Esther San Miguel o Leire Iglesias, pero tampoco le faltan premios personales, como la medalla de bronce al Mérito Deportivo. Uno de esos reconocimientos fue que le incorporaran a la dirección deportiva de la Federación Española de Judo, en la que ahora cumple un año.

-¿Qué balance hace de este año en el máximo organismo del judo español?
-Como los resultados han sido muy buenos, el balance es bueno. Pero yo no lo valoro sólo por eso y también le daría una nota positiva si los resultados no hubieran llegado porque la satisfacción de trabajar con el grupo humano de la Federación y los cambios que ha habido en ella es elevada.
-Acostumbrado a otros menesteres, ¿ha sido un año complicado para usted?
-Ha sido un año de adaptación. Isabel (Fernández) deja de competir, el club funciona bien pero hay que reestructurarlo para que todo el deporte de elite no recaiga sólo en mi, se iniciaba una nueva fase en la Federación después de doce años y todo era a la vez.
-Una vez ya ha superado ese periodo de adaptación, ¿se considera ahora un hombre más de despachos que de tatamis?
-Intento que no, pero indudablemente, sí. Pero, realmente, donde más a gusto me desenvuelvo es en un tatami, entrenando. Me gusta más que hablar de normativas, de campeonatos o de giras, que resulta más incómodo, aunque creo que es donde tengo que estar ahora.
-Está volcado en su trabajo en la Federación.
-Sí, porque es una responsabilidad. El presidente de la Española, Juan Carlos Barcos, es una persona excepcional y cuando una persona como él confía tanto en ti, te tienes que volcar porque hay muchas personas e ilusiones puestas en ti y no puedes fallar.
-Me dice que se ha visto obligado a reestructurar, incluso, su club debido a su nuevo cargo. ¿Ha salido perjudicado el Judo Club?
-Para nada. Estuviera yo en la Federación o no, era algo que tenía que llegar porque el club ha crecido mucho, hay muchos competidores muy jóvenes y tenía que suceder.
-Usted ha hecho mención antes a la retirada del judo profesional de su mujer, Isabel Fernández. ¿Cree que tras el adiós de un palmarés tan envidiable como el de Isabel se valora menos los éxitos de otros judocas?
-La diferencia entre Isabel y el resto de la gente es abismal, pese a que hay judocas como Esther (San Miguel), que este año ha quedado quinta en un Mundial y campeona de Europa. Lo que pasa es que quiero entender que a la prensa le falta también un tiempo de adaptación. Se tiene que dar cuenta de que no se va a hablar de una Isabel Fernández y hay que hablar de autonómicos, de sectores y de campeonatos de España como logros. Que lo otro puede llegar, por supuesto, pero tiene que valorar otras cosas.
-¿Cómo el futuro del judo alicantino?
-Lo veo bien, pero Isabel Fernández no volverá a haber una en mucho tiempo. Luchamos para que aparezca una Isabel Fernández mañana, pero hablar de tantas medallas europeas, mundiales, olímpicas es difícil. Creo que podríamos luchar por alguna medalla en el Mundial Junior, en el Europeo Sub 23 o clasificar a una persona para los próximos Juegos Olímpicos.
-Hablando de Juegos Olímpicos, ¿le decepcionó que Madrid no fuera elegida para los de 2016?
-No, como creo que ningún español debe estarlo. Tenía ilusión pero sabíamos que Río partía con ventaja. La regla no escrita de la rotación de continentes estaba ahí. Además, yo hablé con Juan Antonio Samaranch -presidente honorífico del COI- cuando lo invitamos a Alicante y me comentaba que uno de los secretos de los Juegos Olímpicos es dárselos a países emergentes, como se le dio a España en el 92 o a Corea. Brasil no era el mejor proyecto, pero es un país emergente.
-Volviendo a su día a día, ¿sufría más cuando veía competir a Isabel Fernández o ahora cuando le critican en su cargo de concejala de Deportes del Ayuntamiento de Alicante?
-Cuando le critican ahora. En el deporte las cosas están regladas y reglamentadas y hay cosas que no puedes hacer porque son juego sucio, son zancadillas. Aquí parece que eso se permite y me cuesta entenderlo. Pero será una fase de adaptación hasta que lo entienda.
-Está a punto de ser papá, ¿cómo lo lleva?
-Es la mayor ilusión de mi vida. De todas formas, creo que sentiré la paternidad de verdad cuando me pongan al bebé en las manos.
-¿Le gustaría que Sara -así llamarán Javier e Isabel a su hija- fuera judoca profesional?
-Judo va a hacer seguro porque creo que es recomendable para todos los niños a nivel de psicomotricidad, relaciones afectivas, tratamiento de la fuerza, esquema corporal... Pero lo que tengo claro es que mi hija será lo que ella quiera. No quiero volcar mis ilusiones en mi hija. Pero si va a disfrutar con el judo, no como Isabel, pero sí lo mismo que lo ha hecho Isabel, lo firmo ya para mi hija.
Javier Alonso ha trabajado -y aún lo hace- a la sombra de judocas como Isabel Fernández, Esther San Miguel o Leire Iglesias, pero tampoco le faltan premios personales, como la medalla de bronce al Mérito Deportivo. Uno de esos reconocimientos fue que le incorporaran a la dirección deportiva de la Federación Española de Judo, en la que ahora cumple un año.

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