Madrid, 24 sep (EFE).-
Gallardón, seis años dedicado a traer a Madrid los Juegos Olímpicos
Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid desde mayo de 2003, lleva seis años dedicando buena parte de sus esfuerzos a conseguir para su ciudad los Juegos Olímpicos, primero los de 2012 y ahora los de 2016, en una tarea que siempre ha calificado como su objetivo "más importante".
Nacido en Madrid el 11 de diciembre de 1958, licenciado en Derecho por la Universidad San Pablo CEU y fiscal en excedencia, Ruíz-Gallardón llevará dos tercios de su vida en política cuando se celebren las elecciones municipales en la primavera de 2011, a las que ya ha dicho que se presentará obtenga o no los Juegos Olímpicos.
Militante del partido Popular (PP) desde los 18 años y ganador por mayoría absoluta de las elecciones de 2003 y las siguientes, sus mandatos se han marcado, al menos hasta que la crisis y el endeudamiento han reducido sus presupuestos, por la realización de importantes proyectos de infraestructuras como la construcción de nuevas líneas de Metro desde la presidencia de la Comunidad y la reforma de la M-30.
Alcalde de Madrid cuando se produjeron los atentados del 11 de marzo de 2004, fue uno de los encargados de presentar, el 6 de julio de 2005, la candidatura olímpica Madrid 2012 ante la asamblea del COI, celebrada en Singapur, que finalmente fue rechazada, y un año después anunció que la ciudad volvería a optar para 2016.
- Mercedes Coghen, de campeona olímpica a rostro amable de Madrid 2016
Mercedes Coghen Alberdingk-Thijm, campeona olímpica de hockey en Barcelona'92 y abanderada de España en la clausura de aquellos Juegos, ha sido la imagen de Madrid 2016 durante los últimos tres años, después de su designación en octubre de 2006 como consejera delegada de la candidatura.
Licenciada en Derecho y técnica en actividades y empresas turísticas, Coghen llegó al cargo tras colaborar como embajadora de Madrid en su anterior intento de lograr los Juegos de 2012 y de sufrir en persona la decepción de la derrota en Singapur del proyecto que lideró Feliciano Mayoral.
Nada más clausurar el último Mundial de hockey femenino disputado en Madrid en octubre de 2006, cuyo comité organizador presidió, Coghen recibió el encargo de guiar a la capital hacia los Juegos de la Trigésimo Primera Olimpiada, con un currículum como deportista que incluye 165 partidos con la selección española que capitaneó.
Nacida el 2 de agosto de 1962 en Madrid, Coghen se incorporó en 1993 a la directiva de la Federación Española de Hockey (RFEH), en la que ocupa la vicepresidencia primera. En 1995 se convirtió en miembro del COE y diez años después fue la primera mujer que optó a la presidencia de este organismo en las elecciones en las que compitió y perdió con Alejandro Blanco, actual mandatario.
- Alejandro Blanco, la voz del deporte en la candidatura
Alejando Blanco Bravo aterrizó en la presidencia del COE poco después de que Madrid perdiera los Juegos de 2012, derrota que sufrió como presidente de la Federación Española de Judo, y desde el primer momento defendió que la ciudad volviera a intentarlo en la siguiente ocasión, sin esperar a saber los nombres de posibles rivales.
Pese a llegar al despacho tras derrotar a Mercedes Coghen en las reñidas elecciones al COE de 2005 y reencontrarse con ella un año después convertida en consejera delegada de Madrid 2016, la rivalidad de la campaña quedó olvidada y Blanco ha ejercido como uno de los grandes embajadores de la candidatura.
Nacido en Orense pero vallisoletano de adopción, tras licenciarse en Ciencias Físicas en la capital castellana, procede de la base del deporte como judoca, árbitro y entrenador. En 1985 fue elegido presidente de la federación castellano-leonesa de judo, en la que permaneció hasta 1993 cuando fue designado al frente de la española.
Artífice del acercamiento a la sociedad de una institución considerada "elitista", Blanco ha echado mano de su experiencia como dirigente deportivo para exponer las bondades de la que define "mejor candidatura" para 2016, hasta el punto de aconsejar al presidente del COI, Jacques Rogge, que el 2 de octubre "ceda la palabra a Samaranch para anunciar la victoria de Madrid".
- Jaime Lissavetzky, el brazo político de Madrid
Jaime Lissavetzky Díez, secretario de Estado para el Deporte desde el 20 de abril de 2004, es el soporte de la alta política de la candidatura de Madrid, a la que ya respaldó durante su primer año al frente de la secretaría de Estado en el intento de obtener los Juegos de 2012.
Protagonista presencial de aquella derrota en Singapur hace cuatro años, Lissavetzky, que es químico de profesión, representa la "apuesta de Estado" con que el Gobierno define la candidatura de 2016, traducida en las garantías del Ejecutivo al proyecto que abarcan una inversión total de 15.435 millones de euros.
Este compromiso le ha llevado a compartir horas de trabajo e ilusiones con Alberto Ruiz-Gallardón, contrincante político y artífice de la salida de la presidencia de la Comunidad de Madrid de Joaquín Leguina, con quien Lissavetzky fue consejero de Educación durante diez años (1985-1995)
Responsable de la hiperactividad del Consejo Superior de Deportes (CSD) desde hace un lustro, Lissavetzky es un político socialista amante del deporte, volcado en acabar con cualquier sombra de dopaje en España. Este empeño le ha llevado a representar a los gobiernos europeos en el Ejecutivo de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y a encajar como un golpe bajo las dudas del COI sobre la adecuación de la normativa española a la de este organismo.
- Juan Antonio Samaranch, el vínculo entre Madrid y el COI
Juan Antonio Samaranch Salisachs, hijo del presidente de honor del COI y miembro español de éste, es el enlace entre el organismo olímpico y la candidatura madrileña, a la que ha respaldado desde su gestación para los Juegos de 2012 y no ha dejado de alentar en este nuevo intento.
Vicepresidente primero de la Federación Internacional de Pentatlón Moderno y miembro del COI desde 2001, cargo que debe renovar ahora en Copenhague, Samaranch júnior ha tratado de hacer comprender a Madrid la compleja realidad de los votantes de una institución que su padre presidió durante veinte años.
Apasionado con un proyecto que tiene la mayor credibilidad de los cuatro finalistas y sincero cuando asegura que los votos de los miembros del COI son imprevisibles, sobre todo cuando eliminan a su candidato y deben votar de nuevo minutos después, Samaranch apostó por que Madrid presumiera de "vitalidad y certeza" para lograr la confianza de la Asamblea.
Ingeniero industrial y analista financiero, Samaranch se ha convertido en uno más de la candidatura de Madrid 2016, a la que elegiría "cualquier consejo de administración de una empresa, porque es el proyecto menos arriesgado", y a la que ve "más fuerte que en 2012".
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