Se acabó aquella vieja táctica del poli bueno y el poli malo. Ahora lo que realmente funciona es el Yudo Verbal, un programa de Comunicación basado en los principios del yudo: utilizar la fuerza del oponente para manejar las situaciones. Policía Nacional y Guardia Civil ponen a prueba su mano izquierda.
Hay frases que un policía no debería decir nunca si quiere evitar conflictos pero, para esquivarlos de verdad, más que trucos, necesita un método con mucha mano izquierda: se llama judo verbal y es una técnica que ha triunfado en Estados Unidos y que en España no para de ganar adeptos entre los cuerpos de seguridad.
Este método, YUDO VERBAL es base de la formación de un gran número de agentes policiales en diferentes países del mundo. Probado y contrastado en los últimos 24 años, enseña a los agentes a dirigir las hostilidades verbales y mantener el control del diálogo hasta su resolución profesional.
En España ya se han subido al carro de las «artes marciales verbales» guardias civiles, policías nacionales y agentes locales de varias zonas del país (Madrid, Murcia, Baleares). Esta semana el turno le ha tocado a a medio centenar de miembros del Cuerpo Nacional de Policía de Baleares asisten a su primer curso en Palma, organizado por el Sindicato Unificado de Policía (SUP).
El encargado de impartirlo, Juan Carlos R. S., profesor del sindicato SUP y uno de los 14 instructores de judo verbal que hay en el país, comenta lo que se esconde tras esta nueva "arte marcial del lenguaje" que llegó hace apenas dos años a España. El objetivo es básico: que el agente lleve a cabo su trabajo sin necesidad de recurrir a las manos o a las armas, lo que para la administración se traduce en una reducción de quejas y denuncias y una mejor imagen del agente y del cuerpo.
La clave está en el autocontrol, la estabilidad emocional y la estrategia verbal, es decir, estar preparado, tener una respuesta siempre amable para cualquiera de las agresiones verbales a las que los agentes se enfrentan en su trabajo cotidiano.
El diálogo gana terreno como arma, por eso el curso se centra en enseñar a ganarse al ciudadano para "que haga lo que tú quieres creyendo que es porque él quiere", incide el docente del SUP. Las estadísticas lo demuestran y 9 de cada 10 personas con las que se usa este método acceden a hacer lo que el policía les indica sin necesidad de forzarles a ello, una cifra que en España "podría ser incluso mayor", asegura Juan Carlos.
Si te reciben a golpes, olvídate
Sin embargo, reconoce que aunque se sea el judoka más templado, recurrir a la fuerza, a veces, es inevitable, ya que las situaciones con las que un agente se encuentra son muy distintas y, si de entrada un delincuente te recibe a golpes, "de poco sirve la palabra".
El judo verbal es un sistema establecido por George J. Thompson que se imparte en Estados Unidos desde hace 25 años y busca que el agente se gane el respeto de la gente, dé un servicio de más calidad al ciudadano y mejore la imagen que tiene la sociedad del cuerpo policial, que aún carga con el tópico del abuso de poder. Academias de agentes locales como las de Madrid o Murcia han incluido ya la enseñanza de judo verbal en su currículum formativo.
En el caso de la Policía Nacional, esta enseñanza sigue quedando fuera del catálogo curricular de la academia y es el SUP el que ofrece cursos en todo el país, si bien por el momento solo se han impartido clases en Huesca, Bilbao y ahora, Baleares.
Pero el metodo no sólo convence a los agentes policiales y es que aunque originariamente fue creado para ellos, en la actualidad es estudiado y seguido por hombres de negocios, profesores, encargados de recursos humanos y todo tipo de profesionales que desarrollan su labor de cara al público.
Ya sabe... no hay nada como un poquito de mano izquierda.
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