Disciplina y buen humor no siempre han de ir separados. Esto es algo que aprendemos nada más entrar en el aula de Roberto Villar, donde el juego se mezcla con el duro trabajo del deportista de élite. En esta ocasión, el actual campeón de Europa de yudo charla con nosotros sobre su vida personal y sus expectativas.
Empezaste con 5 años, a los 15 ya eras cinturón negro y ahora, con 26, tienes el cinturón negro tercer Dan, has subido al podio en los mundiales de París 2008 y Malta 2009, y acabas de proclamarte campeón de Europa por segunda vez consecutiva. ¿De qué manera se consigue cosechar tantos éxitos deportivos?
Pues con mucho sacrificio y esfuerzo. La verdad es que disfruto con lo que hago y eso hace que casi siempre este motivado. Ese estado físico y de ánimo, sumado a la experiencia que voy cosechando en cada campeonato, son mi secreto para obtener todos mis éxitos.
Hay deportes, como el baloncesto, en el que si no tienes unas cualidades físicas concretas resulta muy difícil alcanzar determinados niveles de competición. ¿Crees que el yudo es uno de esos deportes?
En el yudo tener ciertas cualidades físicas te pueden ayudar, pero este deporte es muy técnico, por lo que el más pequeño puede tirar al mas grande. Por eso tener una buena técnica puede hacerte un buen judoca.
Literalmente, la palabra Yudo podría ser traducida como "camino de la suavidad" porque, a diferencia de otras artes marciales, en lugar de golpear se utiliza la propia fuerza del adversario para derribarlo o inmovilizarlo. ¿Te ha enseñado esto algo en tu vida personal?
El yudo me ha enseñado muchos valores que aplico en mi día a día y que han influenciado mucho en mi forma de ser. Creo que con muchos deportes se puede aprender muchas cosas, pero el judo es muy disciplinado y hace que la gente que lo practica vaya con otro espíritu por la vida.
La modalidad en la que resultaste campeón de Europa es la de kata, una modalidad que en judo se practica en pareja. ¿Qué cualidades crees que debe compartir una pareja de competición en el yudo?
Sí, practico con mi compañero J. Pedro Goicoechandia Huete. En este tipo de competición la pareja debe estar muy compenetrada, tener fuerza, movilidad, agilidad, técnica, y todo saber trasmitirlo al exterior para que el jurado lo valore. Es difícil encontrar ese equilibrio entre dos, sobre todo ambos deben de tener una buena forma física para tener la misma potencia desde el principio hasta el final. El uno sin el otro no hubiésemos cosechado ningún éxito en el campo del judo.
Además de competir y tener que realizar tus propios entrenamientos, eres profesor del Club de Judo de Rivas. ¿Cómo consigues organizar una agenda tan apretada?
La verdad es que a veces también me pregunto yo lo mismo. Soy una persona que tengo cada día programado al minuto y necesito esa organización en mi vida. Por eso aún me queda tiempo para algo de ocio que me ayuda a desconectar bastante de tanto yudo.
Cuando das clases a los más pequeños, seguramente te veas reflejado en ellos y en cuando empezaste a practicar este deporte. Ahora, desde una perspectiva más adulta, ¿cuáles crees que son los valores que este deporte puede fomentar desde la infancia?
El yudo fue declarado por la UNESCO como el mejor deporte para niños de 4 a 12 años, porque fomenta el compañerismo, el respeto, la disciplina, la constancia. No solo se trabaja una educación física sino también humana. Eso fue lo que yo aprendí sin saberlo siendo niño y ahora lo inculco en mis clases.
Obviamente, echando un vistazo a tu carrera, el campeonato de Europa no va a ser tu último logro. ¿Cuáles son tus próximos objetivos?
En primavera me espera el campeonato de España, donde intentare revalidar el titulo, y eso me garantiza la asistencia al mundial que se celebrará en El Cairo en junio, y para el Europeo que se celebrara en Praga en Otoño. Espero que volvamos con algún metal en la maleta.
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